Aquesta historia ja s’ha publicat en diferents llocs i possiblement a nivell local es conegui prou bé. Però si tenim en compte que aquest bloc documental va més enllà de les nostres petites fronteres, hem cregut interessant de tornar-la a publicar.
Un reconegut col·leccionista de monedes en té tres que són propietat de la seva família des de l’any 1811. Dites peces han estat heretades de pares a fills juntament amb un mocador negre i un manuscrit escrit per el seu avantpassat Juan de Dios Vilanave Estradé. La història va ser escrita en un diari manuscrit entre els dies 28, 29 i 30 de juny de 1811, durant els tres dies de saqueig de Tarragona que van dur a terme les tropes franceses i italianes del General Suchet, i diu així:
“En los cuatro días que llevo aquí solo he visto desastres. Mis compañeros se han desparramado por la ciudad, buscando sitios dónde ser útiles. Cuando escribo esto es domingo, en las murallas, los franceses aún están quemando cadáveres del asalto de la catedral. Los franceses no son soldados, son salvajes inhumanos. El día de mi llegada, dentro de una casa maté a dos de estos bárbaros que estaban violando a una madre y a su hijita, la fatalidad fue que con mis disparos herí también a la madre, a ambas me las llevé a la catedral y las entregué al padre Coll. Lo que no sé como narrar son las barbaries en las que he sido parte activa en el asalto de los franceses a dicha catedral, cuyo lugar sagrado por considerarlo seguro e inviolable, se había convertido en el Hospital General de Tarragona y en donde se habían refugiado más de 5.000 personas, en su mayoría civiles, en gran número mujeres, heridos y niños. El asalto de los franceses ha sido un infierno, me volví loco, me ha herido una bala rasante en la cabeza y tengo un corte profundo de bayoneta en el muslo (…)
Eran las ocho de la noche, me escapé como pude de la catedral y me metí dentro de una casa, dónde encontré unas monjas blancas que cuidaban a una docena de heridos tendidos en el suelo. Una de las monjas quiso curarme y yo lo rehusé, pues mis ansias eran escapar lejos de aquel infierno dantesco. Debajo de una ventana por la que quería huir había un abuelo tendido, que me llamó con los ojos y el ademán de darme algo. Me acerqué a él y le puse la mano en la cabeza en plan de calmarlo y él muy inquieto, me introdujo un pañuelo negro liado dentro de mi camisa, mientras me decía: “dáselo a Tonet, es para mi nieto Tonet”, y así expiró. Pregunté a una hermana si por allí había alguien llamado Tonet, y me dijeron que no y ante las malas perspectivas que se oían fuera, salté por una ventana que daba a un patio. De patio en patio llegué a un corral grande, en donde había más de 500 cadáveres. Al oír la llegada de una patrulla francesa me tumbé entre los muertos, como uno más, y desde allí pude presenciar una escena que no me atrevo a escribir, aunque sí me vanaglorio decir que unas horas más tarde mataba a uno d aquellos depravados franchutes. (…)
A la mañana siguiente, después de haber dormido en unas ruinas de las afueras me pasé a un campamento de voluntarios cercano. Allí volví a abrir el pañuelo del abuelo que tengo que entregar a Tonet. En el pañuelo solo hay tres monedas grandes de plata. Dos de ellas son de los recientes duros fabricados con la plata de la catedral y el otro es una del rey cuarto.”

Mentre Juan de Dios va estar vagant pels carrers de Tarragona, amb un ull tapat a causa de la ferida que li havien fet a la catedral, intentà indagar sobre on podia trobar al tal Tonet però no va aconseguir cap informació. El 16 de juliol marxà de la ciutat i escrigué en el seu diari:
“He de marcharme de Tarragona y aún tengo el pañuelo de Tonet que es para mí una herencia sagrada. He pasado hambre y no la he tocado, por lo tanto la conservaré intacta toda la vida y pediré a mis herederos que hagan lo mismo. Que sea también para ellos una herencia sagrada y si alguno no quiere tal responsabilidad que done el dinero a un centro benéfico para niños o ancianos”.
Les dues monedes de plata que van ser encunyades a la Fábrica de Moneda de Tarragona, l’any 1809, son duros per un valor de 5 pesetas i estan marcades amb el segell de les armes d’Aragó, i en el revers l’ inscripció: “5 Ps. Fer. VII. 1809”. A més estan orlades per les dues parts i perfectament cordonades per a que no puguin ser falsificades. Aquestes monedes, son de curs legal tenint el mateix valor que les fabricades i en curs en la resta d’Espanya.
La moneda de plata de Carles IV va ser encunyada l’any 1805 i el seu valor era de 1 Real de a8.
Si tenim en compte que 5 pesetas equivalien a 1 Real de a8, tindrien que les dos monedes tenen el mateix valor. Com que 1 Real de a8 equival a 20 Reals de Velló, 5 pesetas serien 20 reals de Velló, nomenats també “pes dur”. D’aquí que a la moneda de 5 pesetas se li digui “duro”.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Filed under: Numismàtica | Leave a comment »